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Antes de la llegada de Internet, el ciclo de venta y el ciclo de compra se trabajaban a la vez y tenían una duración mucho más parecida. El primero, es el proceso que ejecuta una compañía desde el momento en el que quiere captar un cliente potencial hasta que cierra el negocio con él. De modo que sus etapas AIDA corresponden al punto de vista de la empresa:
Sin embargo, el ciclo de compra equivale a ponerse en la piel del consumidor. Ahora, cuando una oportunidad de negocio llama a nuestra puerta ya está 100% documentado/a sobre qué necesita y qué le podemos ofrecer nosotros. Por lo tanto, la fuerza de ventas dispone de menos tiempo para convencer a esta persona, el ciclo de venta se ha reducido considerablemente. En cuestión de menos de una década hemos experimentado la revolución de la era de la información.
Cuando nos surge una necesidad, buscamos en decenas de páginas web de diferentes marcas que nos pueden ofrecer ese producto o servicio. Podemos preguntar opiniones en las redes sociales, sabemos que muchas compañías estarían dispuestas a personalizar la oferta para destacar de las múltiples alternativas que encontraríamos en el mercado… Y además, contamos con la movilidad: podemos estar en una tienda y comparar precios consultando desde el smartphone las webs de otros establecimientos (showrooming), recibir alertas a cualquier hora del día de novedades, rebajas o regalos de fidelización…
Así, las etapas AIDA del ciclo de compra varían un poco. Frente a esta realidad, el ciclo de venta (visión de empresa) debe apresurarse porque tiene delante un consumidor que se ha dado cuenta de que tiene una necesidad (Atención) y ha (I) investigado cómo y dónde puede encontrar la solución a su problema. En definitiva, el departamento comercial debe reducir el tiempo que se invertía en cerrar una venta si no quiere tener un ratio de caída de leads alto.
A modo de ayuda, siempre contamos con una serie de pequeños gestos que contribuyen a evitar que se pierdan clientes potenciales. Esta vez, vamos a centrarnos en aquellos que incumben a la usabilidad web (técnicos y de información). Ya podemos tener la mejor solución del mercado, un equipo de vendedores de élite o trabajar una comunicación 2.0 brillante, que si no cuidamos la experiencia del usuario en nuestra página, ya nos podemos olvidar de las conversiones.
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